La Acaena novae-zelandiae produce flores puntiagudas y semillas, lo que confiere a esta pequeña planta perenne un aspecto único y la convierte en una opción popular para cubrir el suelo. Sin embargo, se propaga con facilidad y se ha convertido en invasora en algunos países. El nombre científico de la planta, Acaena novae-zelandiae, procede del griego antiguo "akaina", que significa "espina", y de las palabras latinas para Nueva Zelanda, de donde es originaria.