Es mejor trasplantar vástagos de un año de edad y en primavera. Al hacerlo, excava hoyos profundos y aplica fertilizante de base. Puesto que los aesculus hippocastanum 'Baumannii' tienen una raíz primaria y pocas raíces fibrosas, hay que trasplantar los cepellones completos para minimizar el daño radical. Si el plan es volver a trasplantarlos, hay que dejar una distancia de 1,5 m entre los árboles pequeños; si la posición es fija y los árboles no se van a trasladar, mantén una distancia de al menos 4 m. Mantén el suelo húmedo después de plantar árboles pequeños para evitar que los brotes se sequen.
Si compras un retoño grande que lleva varios años creciendo, poda algunas de sus ramas antes de trasplantarlo para reducir la evaporación del agua y mantenerlo hidratado. Puedes podar las ramas sobrecrecidas, enfermas o dañadas hasta un tercio de la longitud de las ramas originales de la copa.
Además, retira algunas de las hojas para reducir la evaporación del agua. Los retoños grandes han de ser trasplantados junto al suelo. El tamaño del cepellón suele ser 7-10 veces el diámetro del vástago en su punto más ancho. Cava un hoyo de 50 a 60 cm de profundidad y mantén los árboles a una distancia de al menos 4 m entre sí. Tras el plantado, apelmaza el suelo y riégalo bien.