Lo ideal es trasplantar romerillo desde finales de otoño hasta principios de invierno, la llamada temporada S2-S3. En esta fase, la planta está menos activa, lo que facilita el trasplante. A la hora de elegir el emplazamiento, considere un lugar a pleno sol con un suelo que drene bien. Como consejo, afloje suavemente las raíces antes de plantar para favorecer su extensión.