Antes de plantar el callicarpa giraldii, mezcla la tierra con un abono orgánico o fertilizante de liberación lenta para proporcionarle nutrientes a largo plazo. Durante los meses de primavera y otoño, aplica un fertilizante compuesto. Haz un seguimiento de la fertilización unas dos veces al año, dependiendo del crecimiento de la planta. Cabe señalar que el exceso de fertilizante puede dar lugar a una reducción del número de frutos.
Cuando llegue la primavera, aplica un fertilizante compuesto a base de nitrógeno para favorecer el crecimiento de las ramas, las hojas y el tronco. A finales de verano, aplica fertilizantes ricos en nitrógeno, fósforo y potasio para promover el crecimiento de las flores y los frutos. A finales de otoño, el callicarpa giraldii entra en período de reposo vegetativo poco a poco. Por ello, es importante ir reduciendo la fertilización hasta principios de invierno, momento en el que se debe detener por completo.