Todas las partes de dragoneta están cargadas de cristales de oxalato cálcico que, al ingerirse, desgarran la boca, la garganta y el tubo digestivo, provocando irritación e hinchazón graves. A veces la hinchazón es lo suficientemente grave como para empezar a obstruir la respiración. Casi siempre causa dolor intenso en la boca, náuseas, babeo, vómitos, dolor de estómago e intestinal, dolor de garganta y diarrea.