Un suelo ligero, fértil y con buen drenaje es imprescindible para la gloriosa superba 'Greenii'. Aunque crecerá en suelos más pesados, el crecimiento puede atrofiarse y la floración también podría verse afectada. Enmiende el suelo con materia orgánica, como compost o estiércol de caballo compostado, para enriquecer la zona de cultivo y mejorar el drenaje. Lo ideal es un pH de neutro a alcalino, entre 5,8 y 6,5. Si cultiva su gloriosa superba 'Greenii' en un contenedor, necesitará al menos 5 litros de tierra por tubérculo.