Esta hierba perenne, conocida por su denso crecimiento en forma de alfombra y pequeñas flores verdes, requiere una poda mínima para mantener su forma compacta. Las técnicas clave de poda incluyen recortar tallos muertos o sobrecargados para fomentar un crecimiento saludable y la circulación de aire. El momento óptimo para podar es durante primavera, verano u otoño, alineándose con los períodos de crecimiento activo de la planta. La poda beneficia a herniaria al fomentar un crecimiento más vigoroso, disuadir plagas y prevenir enfermedades fúngicas debido a una mejor circulación de aire.
Técnicas de poda