El atractivo de la jatrofa para la decoración interior puede convertirse en un problema, ya que estas plantas forman frutos rojos y redondos que pueden ser alcanzados por los niños y pueden producirles distintos tipos de reacciones, si bien no letales, bastante desagradables. En todas las partes de la planta, aunque en especial en el fruto, se almacena una toxina llamada curcina, que está presente en gran parte del género Jatropha. Esta tiene un efecto hemaglutinante, es decir, que junta las células rojas de la sangre, produciendo un potencial problema de coagulación sanguínea. Los síntomas de su ingesta, por otro lado, son náuseas y picor bucofaríngeo.