Aunque matthiola maderensis resiste una ligera sequía, prefiere un suelo húmedo y bien drenado para su pleno crecimiento. Por ello, debe regar la planta con regularidad para mantener el suelo húmedo. Si se planta en suelo franco arenoso, riegue cada 2-3 días en verano. Es preferible regar por la mañana, ya que la planta puede secarse durante el día. Si acaba de plantar matthiola maderensis, riéguela todos los días durante las dos primeras semanas.