Dado que la musa aurantiaca es originaria de los trópicos, requiere un suministro regular de agua. Lo ideal es regar unos 2,5 cm por semana, pero compruebe siempre la tierra antes de regar, ya que un riego excesivo puede pudrir las raíces. Lo ideal es que la tierra esté siempre ligeramente húmeda, pero nunca empapada. Cuando la planta deje de crecer en invierno, reduzca el riego. En este momento, sólo necesita agua suficiente para evitar que la tierra se seque por completo.