El momento ideal para trasplantar raquel es entre finales de primavera y principios de verano, lo que proporciona una mezcla perfecta de calor y exposición a la luz. Busque un lugar soleado y con buen drenaje, ya que estas alegres bellezas lo prefieren. A la hora de trasplantar, recuerde: el momento y la ubicación son importantes, evite los suelos demasiado ricos y no entierre demasiado profundo.