La planta osoberry es una de las muchas que contienen precursores de cianuro de hidrógeno en todos sus tejidos, especialmente en sus bayas inmaduras, que huelen fuertemente a almendras por ello. Los niños pequeños deben mantenerse totalmente alejados de esta planta. Comer esta planta puede causar intoxicación por cianuro, que es potencialmente mortal. Los síntomas son mareos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dificultad para respirar y taquicardia. Con el tiempo, los latidos se vuelven irregulares y se ralentizan peligrosamente, al igual que la respiración. A continuación aparecen diarrea, convulsiones y, potencialmente, coma y muerte.