Una planta acuática perenne de agua dulce, espiga de agua se caracteriza por sus hojas translúcidas y brillantes. Poda tallos muertos o demasiado densos para mantener la penetración de la luz y la circulación del agua. Mejor podar en primavera antes del crecimiento máximo, en verano para controlar la expansión, o en otoño para manejar la descomposición. La poda temprana evita el crecimiento excesivo, asegurando una mejor calidad del agua y hábitat. Retira los recortes para prevenir la descomposición. Los beneficios de la poda incluyen una vigorosidad y estética mejoradas de la planta, además de evitar un crecimiento no deseado.
Técnicas de poda