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Falta de riego
Las hojas pueden marchitarse por una variedad de razones.
Soluciones: La forma más fácil (y más obvia) de tratar la falta de riego es hidratar completamente la planta. Sin embargo, esto debe hacerse con cuidado. Un error común que cometen muchos jardineros es asfixiar sus plantas en agua. Esto puede abrumar las raíces de la planta y afectar su sistema, algo que puede ser incluso más dañino que la falta de agua. En su lugar, riega a fondo y lentamente, tomando descansos para dejar que el agua se sature poco a poco a través del suelo para llegar a las raíces. Usa agua a temperatura ambiente, ya que el agua fría puede causar un shock. En el futuro, acorta el tiempo entre riegos. Una buena regla general es revisar la tierra alrededor de cada planta diariamente. Si está seco al menos a cinco centímetros de profundidad, es hora de regar. Si una planta en maceta se seca muy rápido repetidamente, puede ser una buena idea trasplantarla a un macetero de drenaje más lento.
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Quemadura de hojas
Las quemaduras en las hojas se presentan en forma de un resecamiento total, que hace que las hojas vayan tomando un color marrón comenzando por las puntas.
Soluciones: La solución a la quemadura de hojas dependerá de la causa, sin embargo, en general, todos los métodos de cuidados tradicionales que mejoran la salud de las plantas y la funcionalidad de las raíces reducirán los síntomas. Aplicar mantillo en la zona de la raíz (preferiblemente mantillo de virutas de madera) ayuda a retener la humedad, reduce la evaporación y promueve un entorno de raíces saludable y funcional que es fundamental para el movimiento del agua hacia las hojas. Revisa el collar de la raíz para ver si hay raíces anilladas o circulares que estrangulan el tronco y limitan el movimiento de agua y nutrientes. Protege las raíces de los árboles de los daños severos de construcciones y excavaciones cercanas. Si la causa es la quemadura por los fertilizantes, riega la tierra profundamente para eliminar el exceso de sales. Sin embargo, ten en cuenta que el escurrimiento de fertilizantes es un contaminante ambiental. Antes que nada, evitar el exceso de fertilización es la mejor opción. Si las pruebas de suelo han revelado una deficiencia de potasio, aplica un fertilizante de potasio y riega bien. Incluso si el suelo tiene suficiente potasio, las plantas no podrán absorberlo si el suelo está constantemente seco. Las ramitas gravemente afectadas se pueden quitar con un par de tijeras de podar afiladas y desinfectadas, ya que las ramas debilitadas son susceptibles a infecciones secundarias. Si tu planta tiene quemaduras bacterianas en las hojas, no hay cura. Las inyecciones de antibióticos aplicadas por un profesional pueden reducir los síntomas durante una temporada, sin embargo, los métodos de cuidados tradicionales mencionados anteriormente, son las mejores opciones para reducir los síntomas y prolongar la vida. Una planta infectada probablemente morirá dentro de diez años.
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Cerambícidos
Los longicornios son insectos de tamaño mediano a grande, con largas antenas y fuertes mandíbulas. Tanto adultos como larvas mastican los troncos de los árboles, dejando pequeños agujeros redondos.
Soluciones: Algunas especies de cerambícidos son insectos nativos, causan poco daño y no requieren de un control específico. Sin embargo, hay otros cerambícidos que son plagas invasoras introducidas desde otras áreas. Estas especies pueden causar un gran daño a los árboles de madera dura. Aplica un insecticida que contenga imidacloprid en forma de inyección en el suelo o el tronco siguiendo las instrucciones del producto. Este quedará introducido en los nuevos brotes y eliminará a los adultos que se alimentan del follaje del árbol. Si bien no ayuda a aquellos árboles ya infestados por grandes cantidades de larvas, salva a aquellos que se encuentran cerca del ejemplar infestado. Ponte en contacto con un técnico para conocer los métodos de control idóneos para lidiar con los árboles infectados. Para controlar adecuadamente a los cerambícidos, todas las plantas hospedantes del área deben ser tratadas. Ponte en contacto con un técnico local o una agencia estatal. Realizar un seguimiento de la propagación de los longicornios es fundamental para su control.
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Tumor del cuello
Las infecciones bacterianas pueden causar un crecimiento anormal de bultos negros o marrones en el tronco del árbol. Estos son también llamados agallas del tallo.
Soluciones: Extirpa el tejido infectado. Los árboles sólidamente establecidos pueden sobrevivir a la infección del tumor del cuello, pero las agallas deben eliminarse para mejorar la apariencia de la planta. Emplea tijeras de podar para eliminar la agalla, y después trata la herida con un sellador de poda. Desecha el material podado colocándolo en la basura o quemándolo para evitar infectar a otras plantas. Esteriliza las tijeras de podar tras eliminar las agallas. Retira toda la planta. Si una planta pequeña está infectada gravemente por el tumor del cuello, la mejor opción es eliminar toda la planta y quemarla. Esto evitará que las bacterias se propaguen a otras plantas. Esteriliza el suelo. Después de retirar el tejido infectado, esteriliza el suelo mediante calor. Alternativamente, puedes plantar una planta resistente a las agallas en el mismo lugar
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Pudrición de la fruta
La podredumbre suave en los frutos puede tener una variedad de causas.
Soluciones: Podar y destruir los espolones y ramas infectados. Corregir el espaciado entre plantas para reducir la infección transmitida por el viento. Puede ser necesario utilizar fungicidas químicos. Los ahuyentadores de aves y los tratamientos biológicos o químicos contra los insectos reducirán los daños en los frutos, dificultando el arraigo de las infecciones fúngicas.
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