Uno de los hábitats naturales más frecuentes del albarillo son las sabanas, donde representa una gran fuente de alimento para la fauna silvestre. Las flores atraen a los polinizadores, principalmente abejas y, algunas de ellas, productoras de miel. Luego, los frutos sirven de alimento para las aves y algunos mamíferos, entre los que se incluyen las jirafas. Por otro lado, la madera es un buen combustible y de las semillas se obtiene aceite con múltiples aplicaciones en la industria cosmética.