El medio de crecimiento nativo de fotinia es templado, por lo que prefiere un rango de temperaturas entre 50 y 95 ℉ (10 y 35 ℃). Durante los meses de invierno, puede soportar temperaturas de hasta 23 ℉ (-5 ℃), pero necesita protegerse de las heladas. En los meses de verano más calurosos, se beneficia de algo de sombra y de riegos regulares para adaptarse a temperaturas superiores a 86 ℉ (30 ℃).
Fotinia tiene una gran resistencia al frío, por lo que no suelen ser necesarias medidas especiales de protección contra las heladas durante el invierno. Sin embargo, si se prevé que las temperaturas invernales desciendan por debajo de la {Temperatura_límite_de_crecimiento}, sigue siendo importante proporcionar protección contra el frío. Esto se puede conseguir envolviendo el tronco y las ramas con materiales como tela no tejida o tela. Antes de las primeras heladas del otoño, se recomienda regar la planta abundantemente, asegurándose de que la tierra permanezca húmeda y entre en estado de congelación. Esto ayuda a prevenir la sequía y la escasez de agua para la planta durante el invierno y principios de la primavera.