Aconitum gymnandrum no ha mostrado efectos tóxicos per se, pero parece que la cantidad de investigación sobre esta planta es extremadamente baja. Lo único que podemos hacer es examinar el género en general y suponer que se trata de una planta muy venenosa. Las plantas de Aconitum suelen contener acónito y otros alcaloides (sobre todo en sus raíces y tubérculos) que son tóxicos para el ser humano. La ingestión es lo más perjudicial, ya que puede provocar vómitos y náuseas, desregulación respiratoria y cardiaca, sudoración, pupilas dilatadas, debilidad y, en circunstancias extremas, la muerte. Aconitum gymnandrum también puede causar molestias si se aplica sobre la piel por vía tópica, pudiendo provocar náuseas, parestesia temporal, palpitaciones y dolores de cabeza.