Todas las partes de adonis ramosa son muy tóxicas, al igual que la mayoría de las especies de la familia de los ranúnculos. Las intoxicaciones por esta planta suelen producirse por ingestión errónea, ya que a menudo se cree que se trata del escapo de la petasita, una popular flor primaveral japonesa comestible. Adonis ramosa contiene dos glucósidos cardíacos tóxicos, la cimarina y la adonitoxina, por lo que no es de extrañar que esta planta sea altamente nociva. Si se ingiere, puede provocar vómitos, desregulación del sistema respiratorio e infarto de miocardio. En circunstancias graves, la ingestión de adonis ramosa puede resultar mortal. No hay pruebas de que esta planta cause irritación al tocarla.