Anigozanthos humilis
Las hojas crecen a partir de una roseta central, de la cual también aparece, en época de floración, un largo tallo que termina en un racimo de flores. El color de estas varía según la especie, pero la gama va desde el negro hasta el amarillo. El aspecto aterciopelado de las anigozanthos humilis las convierte en plantas muy demandadas para cultivar en jardines de suelos secos o arenosos.