Este arbusto perenne, conocido por sus ramas espinosas y flores aromáticas, se beneficia de la poda para mantener la forma y promover un crecimiento saludable. La poda de capparis zeylanica debe realizarse a finales del invierno o principios de la primavera, justo antes del comienzo del ciclo de crecimiento. Corte las ramas muy crecidas, elimine la madera muerta o enferma, y adelgace áreas densas para aumentar el flujo de aire y la penetración de luz. La poda regular mejora la floración y facilita la cosecha de sus brotes comestibles y frutas.
Técnicas de poda