Como ya se ha mencionado, las necesidades de agua de su Chile cambiarán repetidamente a lo largo de las estaciones. Durante la mayor parte de la primavera y el verano, deberá regar su Chile aproximadamente una vez a la semana. Cuando llegue el calor del verano, deberá aumentar la frecuencia de riego a una o dos veces al día. A finales del verano y en otoño, hacia el final del periodo de cosecha, puede reducir la frecuencia de riego a una vez por semana. Una vez terminada la cosecha, puede dejar de regar, ya que su Chile ha llegado al final de su ciclo vital y no necesitará más humedad en el suelo. El programa de mantenimiento de Chile requiere modificar la cantidad de agua en función de la fase de crecimiento en que se encuentre la planta. Al principio, sobre todo si cultivas tu Chile a partir de semillas, tendrás que regarla con la frecuencia suficiente para mantener una humedad constante en el suelo, lo que favorece el desarrollo de las raíces. Cuando la planta crezca lo suficiente como para producir flores, necesitará aún más agua. Durante la fase de desarrollo de los frutos, es probable que su Chile necesite la mayor cantidad de agua de todo el periodo de crecimiento, llegando a necesitar agua más de dos veces al día. Tras esta fase, las necesidades de agua de Chile disminuirán considerablemente.