Calabacilla
Calabacilla Presume de tallos vigorosos y enredaderas y de hojas anchas y verdes, adoptando un hábito rastrero típico de su familia. Sus flores amarillas dan paso a frutos alargados, que pueden variar de color. En suelos cálidos y bien drenados, calabacilla muestra una notable resistencia a la sequía, ya que sus profundas raíces aprovechan las reservas subterráneas de agua. Su crecimiento suele ser prolífico, cubriendo un terreno considerable a medida que irradia desde un punto central.