¿Cuál es la mejor manera de regar mi Melisa?
Al regar la Melisa, debe procurar utilizar agua filtrada que esté a temperatura ambiente. El agua filtrada es mejor para esta planta, ya que el agua del grifo puede contener partículas perjudiciales para su salud. La razón por la que el agua debe estar a temperatura ambiente o ligeramente más caliente es que la Melisa procede de un entorno cálido y el agua fría puede suponer un choque para su sistema. Además, debe evitar el riego por encima de la cabeza de esta planta, ya que puede causar complicaciones en el follaje. En su lugar, basta con aplicar a la tierra agua filtrada a temperatura ambiente hasta que esté completamente empapada. Empapar la tierra puede ser muy beneficioso para esta planta, ya que humedece las raíces y las ayuda a seguir extendiéndose por el suelo y a recoger los nutrientes que necesitan.
¿Qué debo hacer si riego demasiado o demasiado poco mi Melisa?
Tanto el riego excesivo como el insuficiente serán perjudiciales para la salud de su Melisa, pero el riego excesivo es un problema mucho más común. Cuando esta especie recibe demasiada agua, sus tallos y hojas pueden empezar a marchitarse y pasar del verde al amarillo. El riego excesivo durante un período prolongado también puede provocar enfermedades como la pudrición de la raíz, moho y mildiu, que pueden matar a la planta. El riego bajo el agua es mucho menos frecuente en Melisa, ya que esta planta tolera bien la sequía. Sin embargo, el anegamiento sigue siendo una posibilidad y, cuando se produce, las hojas de Melisa se vuelven quebradizas y marrones. Cuando cuide de su Melisa, es fundamental que detecte cuanto antes los signos de riego excesivo. Algunas de las enfermedades derivadas del riego excesivo, como la podredumbre de la raíz, pueden no corregirse si se espera demasiado. Si observa signos tempranos de riego excesivo, reduzca inmediatamente el programa de riego. También puede evaluar la calidad del suelo en el que crece su Melisa. Si observa que la tierra drena muy mal, sustitúyala inmediatamente por una mezcla para macetas suelta y con buen drenaje. Por otro lado, si encuentra indicios de que su Melisa está recibiendo muy poca agua, lo único que tiene que hacer es regar con más regularidad hasta que esos indicios hayan remitido.
¿Con qué frecuencia debo regar mi Melisa?
Si su planta está en una maceta. La forma más precisa de decidir si su Melisa necesita agua es hundir el dedo en la tierra. Si observa que los primeros cinco o seis centímetros de tierra están secos, es hora de añadir agua. Si cultivas tu Melisa en el exterior, en el suelo, puedes utilizar un método similar para comprobar la tierra. De nuevo, cuando veas que los primeros centímetros de tierra se han secado, es el momento de añadir agua. Durante la primavera y principios del otoño, este método le llevará a menudo a regar esta planta aproximadamente una vez por semana. Cuando llegue un clima extremadamente caluroso, es posible que tenga que aumentar la frecuencia de riego a unas dos veces o más por semana. Dicho esto, la Melisa madura y bien establecida puede mostrar una admirable capacidad para soportar la sequía.
¿Cuánta agua necesita mi Melisa?
Cuando llegue el momento de regar su Melisa, no debe ser tímido en cuanto a la cantidad de agua que le da. Con los primeros cinco o seis centímetros de tierra seca, esta planta agradecerá un riego largo y profundo. Suministre agua suficiente para empapar la tierra por completo. La cantidad de agua que añada debe ser suficiente para que el exceso de agua fluya por los orificios de drenaje del fondo de la maceta. Si no ve que el exceso de agua sale de la maceta, es probable que haya regado poco la planta. Pero no deje que el agua se acumule dentro de la tierra, ya que también sería muy peligroso para la planta. Por otra parte, la falta de agua que drena por la maceta podría indicar que el suelo no drena bien, lo que es perjudicial para la salud de esta planta y debe evitarse. Si la planta está en el exterior, 1 pulgada de lluvia a la semana será suficiente.
¿Cómo debo regar mi Melisa en las distintas fases de crecimiento?
Las necesidades de agua de la Melisa también pueden cambiar en función de las etapas de crecimiento. Por ejemplo, cuando su Melisa esté en los primeros años de su vida, o si acaba de trasplantarla a un nuevo lugar de crecimiento, necesitará darle más agua de lo habitual. Durante esas dos etapas, tu Melisa dedicará mucha energía a hacer brotar nuevas raíces que sustentarán el crecimiento futuro. Para que esas raíces rindan al máximo, necesitan un poco más de humedad que en una fase más madura. Después de unas cuantas temporadas, tu Melisa necesitará mucha menos agua. Otra fase de crecimiento en la que esta planta puede necesitar más agua es durante el periodo de floración. El desarrollo de las flores puede hacer uso de una cantidad significativa de humedad, por lo que es posible que necesites dar a tu Melisa más agua en este momento.
¿Cómo debo regar mi Melisa según las estaciones?
La Melisa tendrá sus mayores necesidades de agua durante los meses más calurosos del año. En pleno verano, es posible que tenga que regar esta planta más de una vez por semana, dependiendo de lo rápido que se seque el suelo. Lo contrario ocurre durante el invierno. En invierno, su planta entrará en una fase de letargo, en la que necesitará mucha menos agua de lo habitual. De hecho, es posible que no necesite regar la planta en absoluto durante los meses de invierno. Sin embargo, si riega durante el invierno, no debe hacerlo más de una vez al mes. Regar demasiado en esta época hará más probable que su Melisa contraiga alguna enfermedad.
¿Qué diferencia hay entre regar mi Melisa en el interior y en el exterior?
Lo más habitual es cultivar la Melisa en interior para cualquier jardinero que no viva en regiones templadas y tropicales. Estos jardineros deben tener en cuenta que la tierra de un contenedor puede secarse más rápidamente que la del suelo. Además, la presencia de elementos desecantes, como aparatos de aire acondicionado, puede hacer que tu Melisa también necesite agua con más frecuencia que si la hubieras plantado en el exterior. En ese caso, es probable que no necesites regar mucho tu Melisa. Si llueve con regularidad, puede ser suficiente para mantener viva la planta. En cambio, quienes cultiven esta planta en el interior tendrán que regarla más a menudo, ya que dejar que el agua de lluvia empape la tierra no será una opción.
¿Cuántas horas de sol necesita Melisa para crecer?
Melisa necesita entre 3 y 6 horas diarias de luz solar directa para desarrollarse. Sin embargo, también necesita algo de sombra durante las horas más calurosas del día para evitar los daños del sol. La luz solar matinal es ideal para Melisa, pero también puede tolerar algo de sol por la tarde si la temperatura no es demasiado alta. Para conseguir el equilibrio perfecto de luz solar, intente plantar Melisa en una zona que reciba sol parcial, como debajo de un árbol o en el lado este de un edificio.
¿Qué ocurrirá si Melisa no recibe suficiente luz solar?
Si Melisa se expone a demasiada luz solar directa, sus hojas pueden amarillear, secarse o incluso quemarse. También es posible que la planta se marchite o se atrofie. Para evitar los daños causados por el sol, asegúrate de dar sombra a Melisa durante las horas más calurosas del día. Puedes utilizar una tela de sombra o plantar Melisa cerca de plantas más altas que puedan proporcionar algo de sombra natural.
¿Qué ocurrirá si Melisa recibe demasiada luz solar?
Si Melisa no recibe suficiente luz solar, puede crecer alta y larguirucha, con escaso follaje. Las hojas también pueden volverse amarillas o verde pálido, lo que indica que la planta no está produciendo suficiente clorofila debido a la falta de luz solar. Para remediarlo, intenta trasladar Melisa a un lugar más soleado, o poda el follaje cercano para que llegue más luz a la planta.