Melisa bastarda
Antes, en la Sierra de Gredos, los pastores hacían ramilletes de la melisa bastarda que se colgaban en las puertas para ahuyentar a los malos espíritus y los olores desagradables. Sus flores son una fuente fundamental de alimento para las abejas productoras de miel, algo a lo que hace referencia su nombre científico Melittis melissophyllum. Sus hábitats naturales más frecuentes se encuentran en bosques y junto a matorrales de hasta 1.4 m de altura.