El linos de Nueva Zelanda se destacaría gracias al crecimiento de hojas rayadas con patrón de cinta y por el desarrollo de racimos de flores con forma tubular que brotan durante el verano, de acuerdo a investigaciones realizadas y publicadas por la Real Sociedad de Horticultura de Reino Unido (RHS). Cultivándose como planta ornamental, el linos de Nueva Zelanda suele crecer en suelos fértiles con luz del sol directa, y no tolera bien climas norteños.