Las pruebas de que pothos scandens es venenosa son dispares, pero muchas especies del género Pothos son venenosas, por lo que hay que extremar las precauciones. Las hojas y los tallos suelen contener unos compuestos tóxicos llamados cristales de oxalato cálcico que imitan la sensación de fragmentos de vidrio cuando se ingieren. Comer plantas de Pothos suele causar irritación de los labios, la lengua y la garganta, y puede provocar vómitos. En casos extremos, se puede tener dificultad para respirar debido a la irritación del sistema respiratorio. Evite el contacto directo con esta planta, ya que es probable que cause irritación cutánea. Los niños son las víctimas habituales de la intoxicación por Pothos, ya que es una planta de interior muy popular y a los niños les encanta llevarse a la boca cosas nuevas y de aspecto interesante.