Tanto el riego excesivo como el insuficiente serán perjudiciales para la salud de su Palma del viajero, pero el riego excesivo es un problema mucho más común. Cuando esta especie recibe demasiada agua, sus tallos y hojas pueden empezar a marchitarse y pasar del verde al amarillo. El riego excesivo durante un período prolongado también puede provocar enfermedades como la pudrición de la raíz, moho y mildiu, que pueden matar a la planta. El riego bajo el agua es mucho menos frecuente en Palma del viajero, ya que esta planta tolera bien la sequía. Sin embargo, el anegamiento sigue siendo una posibilidad y, cuando se produce, las hojas de Palma del viajero se vuelven quebradizas y marrones. Cuando cuide de su Palma del viajero, es fundamental que detecte cuanto antes los signos de riego excesivo. Algunas de las enfermedades derivadas del riego excesivo, como la podredumbre de la raíz, pueden no corregirse si se espera demasiado. Si observa signos tempranos de riego excesivo, reduzca inmediatamente el programa de riego. También puede evaluar la calidad del suelo en el que crece su Palma del viajero. Si observa que la tierra drena muy mal, sustitúyala inmediatamente por una mezcla para macetas suelta y con buen drenaje. Por otro lado, si encuentra indicios de que su Palma del viajero está recibiendo muy poca agua, lo único que tiene que hacer es regar con más regularidad hasta que esos indicios hayan remitido.