Petunias silvestres

La ruellia makoyana (Ruellia makoyana) es una pequeña y extraña especie de planta. Se caracteriza por sur muy tupida, ramificada y por producir una enorme cantidad de flores durante el verano y el otoño. Si te fijas, sus hojas tienen un tacto aterciopelado. Es considerada una especia invasora en algunas zonas de Estados Unidos.

Ruellia brevifolia se cultiva a menudo como planta de interior. En su hábitat nativo, esta planta crece bajo las copas de árboles altos, por lo que se adapta bien a condiciones de interior con poca luz. Sus pequeñas y delicadas flores son bonitas y florecen a menudo.

La hierba de la calentura es una planta floral silvestre, reconocible por su aspecto peludo y flores de azul a moradas en forma de tubo acampanado. Crece en ambientes perturbados y áridos, y en zonas abiertas con bastante luz. Se usa como ornamental y como forraje para el ganado.

La hierba del toro funciona bien como planta de bordes, pequeños jardines y en parques por sus interesantes flores. Por otra parte, de la planta se pueden extraer tintes que se utilizan para teñir textiles.

Es una planta que crece en bosques, aunque también se desarrolla bien en márgenes de arroyos. Como ornamental, el ruellia strepens da un toque de color al jardín con sus hermosas flores de color lavanda que brotan a finales de la primavera. Sus flores atraen a numerosos polinizadores.

Ruellia blechum , también conocida como olotillo, es una hierba anual o perenne originaria de México y el norte de Sudamérica. Crece hasta menos de 50 cm de altura con brotes florales erectos y hojas opuestas, ovadas y pecioladas de 2-7 cm de longitud. Las flores son blancas o púrpuras y se disponen en espigas densas que parecen cuadradas debido a las brácteas florales. El fruto es una cápsula elipsoide con 2 semillas marrones circulares. Esta planta se ha extendido a lugares más cálidos del planeta, incluida gran parte del Pacífico y partes de Asia y Australia, a través del comercio de plantas ornamentales. Por desgracia, también ha escapado a la naturaleza y se ha convertido en una especie de plaga. No obstante, la Ruellia blechum sigue siendo una planta ornamental popular por sus atractivas flores y su fácil cuidado.

La abundante floración de la ruellia humilis es un regalo para la vista. Se suele cultivar en bordes, praderas y jardines de rocas. Sus flores acampanadas parecidas a las petunias atraen como un imán a las delicadas mariposas.

Las ruellia repens son plantas florales principalmente salvajes pero que han sido naturalizadas para cultivo en jardines domésticos gracias a su mayoritario color morado o violeta. A diferencia de la petunia común, que está asociada a la misma familia de las patatas, las ruellia repens pertenecen a la misma familia de los acantos.

Nativa de Serra da Mantiqueira, la petunia brasileña es una variante de la ruelia roja que presenta flores rosadas. Se trata de una planta de rápido crecimiento que florece casi todo el año. Su tamaño, resistencia, belleza y facilidad de cultivo la hacen muy atractiva en el ámbito del paisajismo. Además, la petunia brasileña atrae a mariposas y colibríes.

La pequeña dipteracanthus 'Elastica' es una variante que se puede distinguir notoriamente por la forma de sus hojas curvadas hacia abajo. La curvatura le da un aspecto de lo más gracioso que recuerdan a burbujas, de ahí el establecimiento de su nombre científico Dipteracanthus 'Elastica'.

Las flores tubulares del petunia mejicana se parecen a las de las petunias, con las que también comparten color azul-violeta, aunque también pueden ser blancas, rosas o azul claro. Esta variedad de colores las hace perfectas para bordes, macizos y macetas en patios y balcones, y, además, atraen a las mariposas.

La ruellia caroliniensis es una linda hierba floral que crece sin ramificarse y desarrolla flores de color morado claro con forma de trompeta. A pesar de su belleza, a veces se considera una maleza en los jardines.