Como muchas plantas del género Solanum, todas las partes de solanum japonense son tóxicas cuando se ingieren debido a la presencia de glicoalcaloides (sobre todo solanina). Los síntomas de intoxicación afectan a los sistemas gastrointestinal y neurológico. Estos síntomas incluyen náuseas, diarrea, vómitos, dolor de cabeza, mareos, problemas de tiroides, picores y eczema. En los casos más graves, los síntomas incluyen fiebre, parálisis, hipotermia e incluso la muerte. Se desconoce la concentración de estas toxinas en solanum japonense, pero es mejor ser precavido y evitar ingerir esta planta u otras similares.